Alcachofas a la judía

En Roma, la Ciudad eterna la alcachofa es la reina en las mesas

Frita y al estilo judío es como los romanos degustan este delicioso manjar, que en estas tierras tiene un ligero matiz dulce.

Las alcachofas fueron llevadas por los aragoneses cuando Nápoles pertenecía al Reino de Aragón.
Fue uno de los platos preferidos de Catalina de Médicis.

Y dicho esto pasamos a la cocina a preparar unas ricas.

Ingredientes para las alcachofas a la judía:

  • 1 kg. de alcachofas
  • 1 diente de ajo
  • 3 granos de pimienta negra
  • 6 hojas de hierbabuena
  • Jugo de 1/2 limón
  • Sal marina
  • Aceite de oliva

Elaboración de las alcachofas a la judía:

Para empezar a cocinar nuestras alcachofas a la judía, limpiamos las alcachofas quitándoles las hojas exteriores y cortamos la parte superior.

Las sumergimos en un cuenco con agua y un poco de perejil para que no ennegrezcan.

En un mortero machacamos un diente de ajo con un poco de sal marina, tres granos de pimienta negra, las hojas de hierbabuena y el jugo de limón.

Cortamos longitudinalmente las alcachofas en cuatro filetes, aliñamos con la pasta del mortero, y pasamos por harina.

Freímos en aceite de oliva no muy caliente para que vayan haciéndose bien por dentro y queden tiernas.
Cuando empiecen a tomar color subimos la temperatura del fuego para que expulsen el exceso de grasa.
En que estén doradas las sacamos con una espumadera para que escurran bien y servimos.

Las alcachofas

Son los peques de la casa los que suelen rechazar los platos de alcachofas, debido a que sus paladares no están todavía acostumbrados a su particular sabor.

Sin embargo es precisamente este sabor pronunciado de la alcachofa lo que aporta complejas sensaciones gustativas al paladar, que van del amargo hasta lo dulce, lo que ha constituido en las cualidades básicas que hacen que esta hortaliza haya sido esencial tanto en la cocina tradicional como en la moderna.

El rechazo de esta valiosa hortaliza por parte de los niños, pero también por algunos adultos, ha servido para incentivar el cuidado en las presentaciones, para hacerlas más atractivas.

Ya desde la antigüedad, se ha tenido en cuenta sus virtudes y aplicaciones medicinales.

Médicos griegos como Galeno o Dioscórides, escritores romanos como Marco Porcio o Plinio el viejo- o tratadistas árabes, Ibn Bassal o Abu Zakaría- ya hablaron entre otras muchas de sus propiedades diuréticas y balsámicas, para el hígado, que tiene la alcachofa, estimulante del apetito, desinfectante o cicatrizante.

Fuente: http://www.alacartaparados.es/alcachofas-a-la-judia/

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