Omega 7. El gran desconocido
El omega 7 o ácido palmitoleico es un ácido graso monoinsaturado que presenta propiedades beneficiosas sobre la piel y mucosas.
Este ácido graso lo encontramos en el aceite de las bayas de espino amarillo (Hippophae rhamnoides), en una proporción del 28%. Esta planta es originaria de Europa, Asia Menor y el Cáucaso, donde crece en terrenos arenosos, dumas y orillas del mar.
Para su obtención se utiliza la extracción supercrítica con CO2, procedimiento que da como resultado un aceite 100% natural y libre de excipientes artificiales.
El aceite así obtenido se utiliza en diferentes patologías dérmicas y alteraciones epiteliales debido a su composición; ya que es, también, rico en ácido linolénico (omega – 3), ácido linoleico (omega – 6), ácido oleico (omega – 9) y en antioxidantes, como son tocoferoles y tocotrienoles, que de manera sinérgica potencian los efectos protectores y regeneradores de piel y mucosas.
Las actividades que presenta el omega – 7 son:
- Antiinflamatoria. Es sustrato de la síntesis de prostaglandinas, sustancias que intervienen en el proceso antiinflamatorio, motivo por el cual mejora los síntomas producidos por diversas afecciones dérmicas, como: dermatitis, eccemas y psoriasis; y también mejora otras alteraciones de mucosas, como: úlcera péptica y gástrica, inflamación vaginal, etc.
- Analgésica suave. Disminuye el dolor debido a las alteraciones o afecciones de piel y mucosas.
- Antioxidante. Combate los radicales libres causantes del envejecimiento celular.
- Nutriente. Mantiene los tejidos nutridos, lubricados y con una óptima estructura, ya que forma parte de la estructura de las membranas celulares.
Actualmente podemos observar como la presencia de ácidos grasos mono y poliinsaturados (aceite de oliva, frutos secos y pescado azul) en la dieta de nuestra sociedad, está muy por debajo de las recomendaciones internacionales; en cambio ha aumentado considerablemente la ingesta de aquellos alimentos ricos en ácidos grasos saturados (carnes, embutidos, mantequillas, bollería industrial, etc.) que tienen un papel proinflamatorio, y que conllevan riesgo cardiovascular.
Debido a estos cambios en el comportamiento nutricional de la población se hace necesario el aporte de ácidos grasos insaturados con el fin de equilibrar la dieta; ayudando así a mantener un buen estado de piel y mucosas, y por lo tanto garantizando un buen estado inmunológico, necesario para afrontar con éxito el día a día.
Podemos afirmar que el aceite de espino amarillo es un producto natural que nos aporta beneficios inmunológicos, ya que disminuye y/o mejora las afecciones de la piel y mucosas, fomentando un buen estado de las membranas celulares y potenciando un correcto funcionamiento de éstas como primera barrera protectora contra microorganismos externos; por lo tanto protege nuestras defensas naturales; así pues podemos decir que la clave está en las membranas celulares.
Patologías en las que está indicado el uso del w-7 como complemento nutricional:
Dermatitis atópicas, síndrome de Sjögren, sequedad vaginal, sequedad de ojos, tratamientos oncológicos, etc.
Emi López Carrasquilla – Nutricionista
http://enenutricio.wordpress.com