Ampuku, masaje abdominal y emociones

Ampuku (o Anpuku) es una técnica antigua de masaje sobre el abdomen, originaria de Japón, y uno de los antecesores del Shiatsu.

Ampuku significa «calmar el Hara»

Siendo el Hara el abdomen, y sirve para tratar muchas patologías de esta zona: mala digestión, estreñimiento, problemas menstruales, problemas lumbares, etc.

Pero, además, mediante las técnicas del Ampuku podemos estimular la energía de todo el cuerpo, pues según la medicina oriental, la zona abdominal (Hara, Tandem o Seika Tandem en japonés, Tan Tien o dān tián en chino) es la parte más importante del cuerpo: es el centro y origen del Qi o Ki, y muchos órganos internos vitales se encuentran en esta región.

Shizuto Masunaga, tras estudiar antiguos manuscritos, consideró el Hara como el origen de todos los meridianos al desarrollar su teoría de Zen Shiatsu. Así definió el Hara como una zona tanto de diagnóstico como de tratamiento.

El diagnóstico de Hara es una técnica específica del Shiatsu Zen, que sirve para evaluar el estado de cada uno de los 12 meridianos principales del cuerpo, clasificándolos en estados Kyo (vacío, necesidad) o Jitsu (plenitud, exceso). Igualmente se considera que desde el abdomen se puede influir energéticamente en todo el cuerpo.

Otras artes marciales como el Aikido o el Tai Chi consideran también al abdomen nuestro centro vital (es, además, nuestro centro de gravedad), y se considera fundamental trabajar desde el Hara / Tan Tien para conseguir una buena técnica. Los diferentes sistemas de yoga, muchas formas de meditación, entre otros, reconocen la importancia esencial del abdomen, considerándolo como nuestro centro vital, de Qi, de fuerza y serenidad.

Hoy en día, gracias a la ciencia, sabemos además que el abdomen posee un gran número de neurotransmisores, y se le ha denominado el Segundo Cerebro, o Sistema Nervioso Entérico.

Este sistema no sólo funciona de modo autónomo controlando las múltiples funciones digestivas y de absorción de nutrientes, sino que según ciertos estudios científicos, sería capaz de memorizar emociones y sufrir estrés.

Es decir, las investigaciones demuestran que su cometido va aún más allá, pues genera sustancias psicoactivas que influyen en el estado anímico, como los neurotransmisores serotonina y dopamina, así como diferentes opiáceos que modulan el dolor, además de sintetizar benzodiazepinas que tienen un efecto tranquilizante. Inclusive si pensamos en las circunvoluciones del cerebro y el aspecto del intestino delgado, podemos observar cierta similitud.

  • Nervios, inseguridad, estrés, etc. se manifiestan desde nuestros primeros momentos de vida extrauterina mediante llantos y los llamados cólicos del lactante y, más adelante, el clásico «me duele la tripa» que dicen los niños sin aparente explicación.
  • Nuestra más íntima relación inicial con el exterior es oral y alimenticia y a partir de ahí nos convertimos en parte del medio para sobrevivir en él.
  • Nuestro intestino considerado hasta no hace mucho tiempo como una mera cañería, ha pasado a ser tenido en cuenta como centro de la llamada inteligencia emocional o experiencial, en un nuevo campo: La Neurogastroenterología.

Regresando al Ampuku, y con esta nueva información, parece de sentido común que masajeando el abdomen podamos ejercer una influencia muy positiva en todo nuestro cuerpo: favorecer el tránsito y las secreciones intestinales, ayudar a evacuar toxinas, fortalecer el sistema inmunológico y además, estimular toda esa fuente de neurotransmisores.

Y si en verdad nuestra tripa tiene memoria, podemos tratar miedos profundos y recuerdos guardados fuertemente bajo llave, podemos relajarnos, calmarnos y hacer que nos sintamos mejor, podemos contactar con una parte lejana de nosotros, que sin embargo, sigue en nuestras vidas de forma inconsciente.

Siente y escucha a tu cuerpo, y sobre todo, escucha a tu barriga, consiéntela un poco y atrévete a masajearla y acariciarla. Coloca tus manos y siente, ¿qué es lo que te dice?

Post en colaboración con Sandra Jiménez – Amalur Zen

Notas y referencias:
Algunas teorías afirman que el Ampuku fue introducido desde China junto con la acupuntura y otras artes médicas, mientras que otras sostienen que se desarrolló de forma independiente en Japón. En cualquier caso, el Ampuku siempre ha estado muy vinculado al Anma, el masaje tradicional japonés.

Fuente: http://www.ifeelmaps.com/blog/2016/02/ampuku–masaje-abdominal-y-emociones%20

Un comentario en «Ampuku, masaje abdominal y emociones»

  • el 20 septiembre, 2016 a las 09:31
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    Es realmente cierto, la tranquilidad que se produce al masajear ésta zona, de manera automática el que lo recibe comienza a respirar de manera correcta entre otros muchos beneficios.

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